martes, 4 de agosto de 2009

BANCO CENTRAL REVISA PROYECCIONES

El Banco Central de Bolivia (BCB) revisó a la baja sus proyecciones macroeconómicas anuales e informó que la inflación calculada en 8 por ciento bajará a 3 por ciento, y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se reducirá de 5 a 4 por ciento por el descenso de las exportaciones y la crisis financiera internacional. Además, anuncia riesgos por la apreciación de las monedas de los países vecinos.

El presidente de la entidad, Gabriel Loza Tellería, presentó ayer el Informe de Política Monetaria (IPM) al primer semestre. “El BCB, de acuerdo con su balance de riesgos, señala que en este contexto actual las perspectivas serían de ir a una inflación en torno al 3 por ciento”.

La meta de inflación prevista por el BCB era de 8 por ciento y la del Ministerio de Economía y Finanzas llegaba al 5 por ciento.

Loza explicó que esta revisión en la tasa se debe a que en el primer semestre hubo una disminución significativa de los precios de la canasta familiar con relación al mismo periodo de 2008.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) hasta junio llegó a 0,62 por ciento (mientras un año antes se acercó a 17 por ciento), alza mínima alcanzada después de que en marzo, abril y mayo la cifra resultara negativa. En junio registró una subida de 0,20 por ciento.

Loza indicó que también contribuyen a la baja la caída de la inflación importada, como consecuencia del descenso de los precios de los alimentos en el mundo. Para contrarrestar el alza interna de precios de los alimentos, el Gobierno prohibió en 2008 la exportación de aceite y la carne de pollo e importó harina para su venta con precios subsidiados.

Otro factor fue la política monetaria del BCB aplicada desde el año pasado. Una de estas estrategias fue el congelamiento del tipo de cambio del dólar y la mayor emisión de bonos y su venta directa al público para retirar liquidez del mercado.

Loza aseguró que el país no ingresó en un periodo de deflación y creó un nuevo índice, la “desinflación”. Es decir, el índice inflado “como un globo” por los factores económicos que se vivieron en 2008 ahora “se desinfla, quiere decir que volvemos a niveles normales de precios”. En 2008, el IPC cerró en 11,8 por ciento.

Analistas económicos, empresarios y el sector productivo apuntaron a una deflación de la economía nacional ante el índice negativo de tres meses seguidos.

El titular del BCB subrayó que se analizó una muestra que permite sostener que no hay señales deflacionarias. “No se observa una caída generalizada de precios, la reducción se ha dado principalmente en los alimentos y no en las demás divisiones. Además, esta situación se presentó en un máximo de cinco ciudades y no está acompañada por una caída de la producción”.

Por el contrario, aseveró que existe un aumento del PIB y del consumo interno.

La previsión de la tasa de crecimiento de la economía también fue revisada por el BCB.

En enero pronosticó un 5 por ciento y ahora prevé 4 por ciento hasta finalizar la gestión.

El año pasado, la economía boliviana se expandió en 6 por ciento y en el primer trimestre de 2009 disminuyó a 2,11 por ciento.

A pesar del descenso, Loza dijo que la tasa de los primeros meses del año “es de crecimiento positivo” y destacó que está entre las más altas de los países de América Latina.

Agregó que en lo que resta del año, el motor de la actividad económica será el consumo interno y no el externo, debido a la baja en las exportaciones.

La actividad económica con mayor crecimiento continúa siendo la minería (19,9 por ciento) y la única que cayó fue hidrocarburos (19,9 por ciento). Entre los factores de riesgo que amenazan a la economía boliviana según el BCB están la apreciación de las monedas en los países vecinos en relación con el dólar.

Desde octubre del año pasado, el tipo de cambio en Bolivia permanece congelado en 7,07 bolivianos.

El instituto emisor también alerta sobre un “posible ajuste en los precios del transporte y los combustibles” y una rápida elevación de los comodities que puede generar otra vez inflación, o el recrudecimiento de la crisis financiera en el mundo.

Las exportaciones descienden 23,4% en un año

El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que en el primer semestre de este año las exportaciones alcanzaron los 2.438 millones de dólares, un 23,4 por ciento menos en relación con 2008, cuando el país obtuvo divisas por 3.206 millones de dólares.

Sin embargo, el saldo comercial (diferencia entre importaciones y exportaciones) fue positivo en 388,12 millones de dólares. Las compras en seis meses sumaron 2.050 millones de dólares.

El ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre, explicó que el descenso de las exportaciones está vinculado a factores del mercado externo y la contracción de la demanda.

La directora del INE, Martha Oviedo, recordó que en junio las exportaciones llegaron a 441 millones de dólares y las importaciones a 342 millones. Según los datos del INE, las exportaciones de gas natural, zinc, plata y soya fueron las de mayor crecimiento. Las importaciones las encabezan los derivados del petróleo, como el diésel; máquinas industriales y los repuestos.

Aguirre añadió que lo que más se importa son bienes de capital (insumos, materiales para el aparato productivo), aunque con un leve descenso.

Con respecto a las exportaciones, indicó que la minería y la manufactura tienen una tendencia a subir. “Esto nos hace presumir que en los próximos meses todavía será mayor” por estos dos sectores.

Según zonas geoeconómicas, el Mercado Común del Sur (Mercosur) se constituye en el principal destino de las exportaciones bolivianas, pues registró un superávit de 416,82 millones de dólares, esto debido a los 1.234,04 millones de exportaciones y 817,22 millones de importaciones. El Gobierno confía en la recuperación de precios en los próximos meses.

Política monetaria

Según el análisis del Banco Central de Bolivia (BCB), en el primer semestre de 2009 la inflación acentuó su ritmo decreciente iniciado en julio de 2008.

La crisis económica se agudizó en el primer trimestre, con una fuerte caída de las economías avanzadas.

A pesar de que la crisis mundial contrajo la demanda y los precios promedio para las exportaciones, la cuenta corriente de la balanza de pagos se mantuvo positiva en 1,6 millones de dólares.

El sistema financiero continúa con expectativas positivas por el índice reducido en la mora y el nivel de liquidez elevado en relación con otros años.

La cartera de préstamos y los depósitos del público continuaron creciendo, la primera llegó a 5.467 millones de dólares, y el segundo, a 7.461 millones.

Aún existe la suficiente disponibilidad de dinero en la banca para canalizar créditos.

La dolarización de los ahorros y los créditos del sistema financiero que mostraron una reducción en los últimos años se elevaron levemente en el último periodo cuatrimestral de 2008, pero ahora se ha estabilizado.

En el primer semestre de 2009 se registró una caída de la deuda interna con el Banco Central de Bolivia. El saldo pasó de 15.350 millones de bolivianos a 14.162 millones de bolivianos.

Las reservas internacionales netas aumentaron de 7.722 millones en diciembre de 2008

a 8.016 millones a julio de este año, a pesar de la venta de divisas.

Disminuyeron las transferencias de dólares al exterior y la demanda de dólares del Bolsín.

El informe del BCB fue presentado en un contexto de fuerte descenso de la inflación en el mundo.

Es una de las recesiones económicas mundiales más profundas desde la Segunda Guerra Mundial que acabó en 1945.

Comercio exterior

El 5 de diciembre de 2008, Estados Unidos decidió no mantener el ATPDEA para Bolivia.

Los principales productos afectados fueron los textiles de fibra de llama, alpaca y vicuña.

El Gobierno negoció la apertura de los mercados de Argentina, Brasil y Venezuela.

Desde julio del año pasado, el país dejó de participar en las negociaciones con la Unión Europea.

El Ejecutivo afirma que sólo negociará en bloque con la Comunidad Andina (CAN).

La economía nacional

En el primer semestre, los precios de los alimentos dejaron de subir como en 2008.

Sin embargo, el Gobierno mantiene el control de exportaciones, como del aceite.

También continúa la liberación de aranceles para las importaciones de carne y arroz.

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