lunes, 30 de diciembre de 2013

LA MALA LECHE DERRAMADA


Inflación Bolivia período 1991 - 2013

QUE DECÍAN LOS  "EXPERTOS" ?

Los Libros, las Arrugas y la Inflación,
Parece que el Gobierno esta siguiendo la recomendación de su Canciller Choquehuanca; sin leer ni un libro de economía y tratando de disminuir la inflación a través de las recetas que descifran en base a las arrugas de la frente.
Porque si hubieran leído un libro de principios de economía, en pocas horas se habrían dado cuenta que todo lo que están haciendo para bajar la inflación ESTA INCORRECTO¡
El problema de la inflación no se resuelve con asfixiar la producción local, prohibiendo las exportaciones y fijando los precios; tampoco se resuelve espantando la inversión interna y externa, a través de fomentar la incertidumbre sobre los derechos de propiedad, y mucho menos se resuelve cambiando la base del Índice de Precios al Consumidor, que mide la inflación, como fue anunciado en los últimos días.
Pero parece que las autoridades gubernamentales ni siquiera leen los periódicos, ya que las personas que han estudiado esto (léase; que han ido a la universidad para aprender economía o política pública), han planteado verdaderas soluciones reiteradas veces:
He recopilado unos excelentes artículos que demuestran como se esta equivocando el gobierno y que proponen soluciones para combatir el elevado índice de inflación: uno inmejorable de Juan Cariaga que explica como la economía esta al “verres”, otro estupendo articulo de noviembre del año pasado de Juan Antonio Morales donde da recomendaciones y no podía faltar el extraordinario enfoque que le da al problema el escritor Manfredo Kempff. Finalmente una recopilación de sugerencias de expertos que dicen cómo controlar la inflación.
Fernando Cossio M.

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Economía al verrés 
Juan L. Cariaga*

En mis 39 años de vida profesional, nunca he visto un gobierno —en Bolivia o en el extranjero— que tome tantas medidas en contra de la producción o del empleo, como las que está tomando el actual Gobierno.
Creo que no se necesita ser economista para darse cuenta de que la gestión de un gobierno se mide, principalmente, por el crecimiento de la economía. Este crecimiento, naturalmente, es el que permite a los gobiernos incrementar sus gastos en inversión social (inversión en salud y educación, que es la principal función del Gobierno) y la generación de empleos en la economía.
Por otro lado, creo que tampoco se necesita ser un avezado político para darse cuenta de que lo que quiere la mayor parte de la ciudadanía (sino toda) es precisamente mejor salud y educación, y mayores empleos; y no los malabarismos y las promesas a los que generalmente están acostumbrados los políticos. Veamos, entonces, qué está haciendo el Gobierno para atentar contra la producción y el empleo:
1.- La inversión, como la fuente más importante del crecimiento: Desde hace dos años y medio que el Gobierno ha hecho todo lo posible por atemorizar tanto al inversionista nacional como al inversionista extranjero. En otras palabras, el incumplimiento de la ley, la permanente fustigación a las instituciones del Poder Judicial (particularmente al Tribunal Constitucional), la destrucción del sistema regulatorio y las persistentes amenazas de nacionalización y confiscación de tierras, no han hecho otra cosa que reducir los niveles de inversión en Bolivia, particularmente la inversión extranjera, a niveles absolutamente críticos, respecto a la que el país tenía en el año 2000. Esto es lo que se llama la falta de seguridad jurídica.
2.- Rechazo a los grandes mercados: En economía, la condición sine qua non para incrementar la producción es contar con mercados. Lamentablemente, el Gobierno sistemáticamente ha rechazado las ofertas de llegar a acuerdos comerciales con los grandes mercados (EEUU y Europa), que no sólo garantizarían la posibilidad de vender grandes volúmenes de producción, sino también la posibilidad de atraer inversión extranjera, para incrementar la producción que satisfaga la demanda de dichos mercados. Desacertadamente, el Gobierno ha optado por el modelo endógeno (vender al mercado doméstico y pobre) o vender la producción a países pobres o que no necesitan la producción boliviana, como es el caso del Alba.
3.- Castigo a las exportaciones: La única posibilidad que tiene de crecer la economía boliviana es a través de las exportaciones, pues vender al mercado interno no garantiza ningún crecimiento. Sin embargo, el Gobierno ha resuelto castigar sistemáticamente a la producción nacional, sobre todo las exportaciones, con medidas tales como la apreciación cambiaria —que las hace menos competitivas y, por otro lado, favorece a las importaciones— pero, más grave aún, a través de la prohibición de exportaciones recientemente dictada, particularmente en el caso de la producción agroindustrial. Es importante señalar que la prohibición de exportaciones es, a todas luces, inconstitucional.
4.- Libre importación y contrabando: Lamentablemente, el Gobierno está utilizando la libre importación como instrumento de lucha antiinflacionaria, ignorando el efecto que tiene ésta sobre la producción nacional. Para colmo, el contrabando (la importación ilegal) ha llegado al nivel récord de 1.100 millones de dólares en el año 2007, según ha sido reportado en la prensa últimamente; a vista y paciencia de las autoridades aduaneras. No hay peor daño a la producción nacional que el contrabando, pues éste habría significado para el año 2007, entre 500 mil y un millón de empleos.
Señor Presidente, personalmente, yo no creo que ningún boliviano esté en afanes de hacer caer su Gobierno, como lo afirman algunos de sus parlamentarios. Creo que todos los bolivianos estamos en la obligación de respetar la democracia y los plazos constitucionales. Sin embargo, los bolivianos también estamos en nuestro derecho de reclamar cuando las cosas no se hacen bien.
Por lo tanto, dejemos de engañarnos con la aplicación de políticas económicas equivocadas. La ley de Murphy —que no es otra cosa que la aplicación práctica de la Segunda Ley de la Termodinámica de la Física— dice que si las cosas se hacen mal, indefectiblemente irán mal…
*Juan L. Cariaga
es economista y escritor.
La Razon 30/3/2008
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La inflación está alta 
Juan Antonio Morales*

El título del artículo puede parecer una verdad de Perogrullo, pero es necesario insistir en que la inflación está alta no sólo con relación a tasas anteriores del país sino también con relación a lo que está sucediendo en los países vecinos (ver cuadro adjunto). Bolivia tiene, después de Venezuela, la tasa de inflación más alta de la región. Pero no sólo que la inflación observada es alta sino que también las expectativas, como aparecen en las encuestas de opinión del BCB y las proyecciones del FMI para el 2008, son altas.
¿De cómo ha aparecido el nubarrón en el cielo despejado y sonriente? El nubarrón se explica por factores externos e internos. No cabe duda que mundialmente hay una inflación de alimentos. Por razones que no es el caso analizar aquí los precios de los alimentos han estado subiendo en los mercados internacionales. A lo anterior se suma la fuerte apreciación de las monedas nacionales de los países vecinos. Altos precios externos más un boliviano muy depreciado con relación a las monedas de los países vecinos, especialmente los contiguos, tienen dos efectos. Primero, encarecen los precios de los alimentos importados. Segundo, crean incentivos para que los alimentos bolivianos que pueden ser comercializables internacionalmente se lleven al exterior.
Por las razones señaladas, los precios internos tenderán a acercarse a los precios internacionales multiplicados por el tipo de cambio. A este fenómeno, los economistas llaman la “ley de un solo precio”.
Para contener la inflación se debe evitar que esos precios internacionales afecten exageradamente a los precios internos, haciendo que el coeficiente de transferencia (el “pass-through” en inglés) se reduzca. Se lo hace con dos medidas monetarias principales: la apreciación cambiaria y las operaciones de mercado abierto, que es lo que ha estado haciendo el BCB, pero lamentablemente con frenazos y aceleraciones.
Las dos medidas monetarias son también importantes para contener la subida de precios de los bienes no comercializables en el comercio exterior. De hecho, incrementos moderados de los precios de estos bienes deberían compensar a las tendencias inflacionarias que vienen del exterior.
El hermano Stiglitz, poco sospechoso de ortodoxia, dice en su magistral Making Globalization Work que altos superávit comerciales plantean también problemas. Como hay una mentalidad mercantilista en el país pensamos que lo estamos haciendo muy bien porque tenemos superávits en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos y seguimos atesorando Reservas Internacionales, sin pensar que la rápida acumulación de Reservas tiene como contraparte una rápida expansión de la emisión monetaria, que contribuye a la dinámica de la inflación. Más de fondo todavía, los altos superávit de la cuenta corriente nos están diciendo que los ingresos que obtenemos de las exportaciones boyantes de materias primas no los estamos invirtiendo en maquinaria, equipo y construcciones, sino que los estamos colocando en esos activos financieros de bajo rendimiento que son las reservas internacionales.
La presión sobre los precios de los bienes no comercializables viene también del ritmo del gasto público. Mi colega Armando Méndez tiene razón en diagnosticar a la rápida expansión del gasto público como inflacionaria. El argumento de que no debe ser inflacionaria porque hay un superávit fiscal no toma en cuenta el hecho de que el superávit no se debe a un esfuerzo interno sino a la buena fortuna de tener ricos yacimientos hidrocarburíferos y altos precios. En una economía fiscal que depende del esfuerzo interno y no de coyunturas exógenas, la expansión del gasto público y superávits fiscales sólo son posibles si el sector privado reduce su gasto porque tiene que pagar más impuestos, lo que no está pasando.
El personaje principal (más no el único) del drama de la inflación es la inversión privada. Si ella aumentara, acarreando inversiones de bienes de capital, la presión inflacionaria se atenuaría.
*Juan Antonio Morales,
ex presidente del Banco Central de Bolivia, es profesor universitario.
La Razon 13/11/2007
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Carne de burro 
Manfredo Kempff Suárez*

La guerra económica que se ha desatado contra el oriente boliviano parece que, al margen del aceite, el arroz, el azúcar y otros productos de la canasta familiar, también pretende sustituir la carne del ganado vacuno por el burro. El aceite comestible se lo puede importar, pero a precios altos. Además de que tenemos aceite en abundancia y barato. El arroz se lo puede sustituir, fácilmente, por la papa, en el occidente. Prohibir la exportación de azúcar es un soberano disparate, porque, como el aceite, no tiene otro fin que arruinar la economía cruceña, fundamentalmente. Pero, dentro de esta especie de dumping, decidirse a comer carne de burro, para no depender del vacuno beniano y cruceño, ya es el desmadre total. Y no es porque la carne de burro sea mala, sino que no estamos seguros de que sea buena. Ahora bien, si más de la mitad de los chorizos y salchichas que se consumen en Bolivia son de carne de perro o gato —salvo los gloriosos Stege, Dillmann y los afamados embutidos chuquisaqueños— no creemos que las entrañas de los jumentos nos vayan a matar.
Una vez que se acaben las raquíticas vacas del altiplano y las llamitas —que no alimentan ni un mes a los paceños— habría que meterles cuchillo a los pollinos (que no son pollos sino borricos) y ver a qué saben. Estoy seguro de que así como el gato por liebre y el perro por cerdo, ya hemos comido caballo o borrico por res. Posiblemente, un guiso de burro pueda tener un buen sabor, dependiendo de quién lo cocine y qué especias tenga. Y una hamburguesa de caballo, con papas fritas, también puede burlar un fino paladar. Además, dejémonos de historias; atávicamente ya hemos comido hasta carne humana. ¡Qué más da un manso, orejón y bien dotado jumento! A la olla y ¡saz! O a la parrilla con unas papas horneadas y sin desperdiciar sus criadillas. Ahora bien, La Razón del martes pasado dice algunas cosas que nos espantan un poquito. Existen algunas diferencias de criterio entre el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca) y el alcalde de La Paz, Juan del Granado.
La Alcaldía sostiene que en La Paz aún no existen los mecanismos de control sanitario para saber si la carne de burro es apta para el consumo humano. Ahí entran esos antipáticos controles fitosanitarios. El burro, por lo demás, no se destaca justamente por su lucidez y eso puede ser contagioso. Ahí lleva razón el Alcalde para cuidar de sus súbditos. Ibnorca piensa que la carne de polillo —de los que montaba Sancho a la zaga de su Señor— es de ´alto valor nutritivo´. Pero que los jumentos, por razones de higiene, tienen que ser inspeccionados antes y después de ser faenados. ¡Todo un fastidio!
Si el burro se impone en occidente, no va a ser por mucho tiempo. No hay tantos pollinos como para alimentar a cientos de miles de personas. Además, como vemos, no es tan sencillo esto de comer burro, porque afirman que su carne ´madura rápido´. Es decir que se pudre con mayor facilidad. Además, los burritos habían tenido estrés, lo que ´perjudica el valor nutritivo´.
Mientras al Gobierno se le pase la iracundia contra el aceite, el arroz, el azúcar y la carne de los llanos, y se le pase la ocurrencia de que los productores cruceños quieren joder la economía nacional con el propósito de tumbar a Evo Morales, venderemos nuestros productos de contrabando y con lo que sobre, que será mucho, nos pegaremos unos atracones de carne de primera, con yuca y una cerveza helada, siempre con el riesgo de que suba el colesterol hasta los cielos, ojalá que no llevándonos con él.
Los bolivianos somos extremistas en nuestras posiciones. Siempre estamos unos contra otros. Para eso no hay otro remedio que esperar que se calienten las sillas en el Arzobispado y las cosas se compondrán. Pero, entre tanto, habrá que ver qué carnes podrán reemplazar a los sabrosos churrascos benianos y a la no menos buena carne de Santa Cruz. Todo es cuestión de ponerse de acuerdo.
*Manfredo Kempff S.
es escritor y diplomático
La Razon 30/3/2008
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Expertos dicen cómo controlar la inflación

Los expertos coinciden en que las medidas de mercado abierto para reducir la liquidez son adecuadas, pero sugieren otras que permitan que circule menos dinero en la economía.

Ex autoridades económicas, principales ejecutivos del Banco Central de Bolivia (BCB) y un analista realizaron ayer algunas recomendaciones para poder controlar y bajar la inflación, que en el mes de julio subió hasta el 2,68%.
La Razón conversó con los ex presidentes del BCB Juan Antonio Morales y Armando Méndez; el ex ministro de Finanzas Juan Cariaga; los ex ministros de Hacienda Herbert Müller y Luis Carlos Jemio; y el analista económico Gonzalo Chávez.
Si bien la mayoría coincide en que las medidas asumidas actualmente por el instituto emisor para controlar la inflación son técnicamente adecuadas, sugieren otras para poder bajar este indicador macroeconómico que se está tornando negativo.
Morales dice que hay que tener mucho cuidado con la inflación porque puede tener implicaciones fiscales y en las negociaciones salariales.
Explica que muchos de los factores que están ocasionando la elevada inflación son transitorios, aunque aclara que hay otros que son permanentes.
´Si bien se están tomando las medidas adecuadas al apreciar el tipo de cambio y encoger la liquidez, mediante operaciones de mercado abierto, no hubo un cuidado en la política de comunicación, ya que la inflación se atribuye a cosas sin sentido que nada tienen que ver cuando se dice que ‘se trata de un boicot de los productores agropecuarios’´.
En ese marco, recomienda una política de comunicación coherente donde haya un solo vocero, además sugiere tener cuidado con el gasto público que está creciendo rápidamente.
Müller aconseja, principalmente, la creación de un Fondo de Estabilización donde el dinero sea administrado externamente, fuera del país, y de esa forma disminuir la cantidad de dinero que circula en el país.
Jemio sugiere no expandir el gasto público y añade que a mediano plazo se debe crear la confianza para que hayan mayores inversiones y aumente la producción, y así baje la inflación.
Cariaga sostiene que lo básico es continuar con las operaciones de mercado abierto para reducir la liquidez y que el BCB atraiga más dinero usando medidas puramente monetarias.
Méndez simplemente sugiere frenar el gasto público (inversión pública) y Chávez dice, entre otras cosas, que se debe generar mayores condiciones para que haya inversión por el lado de la oferta con mayores políticas industriales.
Puntos de vista
“Un solo vocero”
Juan Antonio Morales. Ex presidente del BCB.
´El BCB debe seguir aplicando la política que está aplicando hasta ahora. A pesar de que hay un superávit fiscal, (se) debe tener cuidado con el gasto público. Por razones técnicas, el gasto público ha estado creciendo rápidamente a pesar de que hay superávit. En la política de comunicación (se) debe ser coherente, que haya un solo vocero. El tema de comunicación es importante porque afecta expectativas de inflación si es incorrecta, la gente que puede fijar y subir sus precios lo va a hacer, no es que sean especuladores, sino que están interpretando mal los mensajes que llegan del Gobierno. No es tema del BCB ni del Ministerio de Hacienda, sino de los ministerios sectoriales, que tienen que prestar mucha atención a todo lo que pueden ser problemas de abastecimiento´.
“Fondo de Estabilización”
Herbert MÜller. Ex ministro de Hacienda.
´Una primera alternativa es hacer lo que se llama operaciones de mercado abierto, sacar plata de la economía, entregando bonos del Tesoro o bonos del Banco Central; eso ya se ha hecho y ha llegado a un límite. La segunda alternativa es que el BCB puede empezar a apreciar un poco la moneda nacional, y cuando el dólar empieza a perder valor respecto al boliviano, el BCB puede ir retirando una cierta cantidad de dinero; pero eso hace menos competitivas las exportaciones. La otra alternativa, la más sana, la que hacen todos los países que generan gran parte de sus reservas como consecuencia del boom de su exportación, es crear un Fondo de Estabilización, para retirar las reservas y sacarlas del país para que no entren al circuito de la economía y se controle la inflación´.
“Puramente monetarias”
Juan Cariaga. Ex ministro de Finanzas.
´Se deben aplicar medidas puramente monetarias, no mezclarlas con las medidas cambiarias que tienen graves efectos sobre los ahorristas en dólares, sobre la producción nacional y sobre los exportadores. Tienen que aplicarse las operaciones de mercado abierto, actuar sobre las tasas de encaje legal, sobre las tasas de interés y usar otras medidas de estabilización. Las medidas de subir el encaje legal y de mercado abierto las está aplicando el Banco Central de Bolivia, pero hasta junio apenas ha hecho 500 millones de bolivianos, lo que no es mucho, entonces hay que aumentarlas y tiene que ‘experienciar’ gran parte de la base monetaria; eso es incrementar, eso es lo básico´.
“No expandir gasto público”
Luis Carlos Jemio. Ex ministro de Hacienda.
´Que no expandan el gasto público, no gastar más en base a mayores ingresos. Que el Estado y el Gobierno gasten menos. Si se tienen ingresos extraordinarios, no expandir el gasto público. La segunda medida, a mediano y largo plazo, es crear confianza para que haya inversión en el país; esto permitirá bajar la inflación porque ésta se está dando porque hay un exceso de demanda sobre la oferta. Entonces, como medida de demanda inmediata, es la de no expandir el gasto público, y como medida de oferta es que si hay inversión va a haber producción, y al haber mayor producción habrá mayor oferta de bienes y se garantiza que haya menos inflación; pero esto no se dará si no hay confianza de los agentes para invertir´.
“Frenar el gasto público”
Armando Méndez. Ex presidente del BCB.
´De enero a mayo el gasto público ha subido en un 41%, es una locura, esto porque hay un excedente de empresas públicas. También se disparó la inversión pública, la cual se incrementó en un 50% respecto al año pasado. Entonces, el Gobierno tiene una luz roja, por lo que debe frenar el gasto público, es la única medida correcta, y no apreciar el tipo de cambio, que es una locura que no traerá nada bueno. En cualquier país del mundo cuando enfrentan una presión inflacionaria como la que estamos viviendo, una aceleración económica donde se está acelerando el gasto demasiado; la variable de ajuste es el gasto público. De inmediato hay que empezar a frenar la política de gasto público, de aquí a diciembre´.
“Flexibilizar la oferta”
Gonzalo Chávez. Analista económico.
´Se deben generar mayores condiciones para que hayan mejores condiciones por el lado de la oferta, flexibilizar el lado de la oferta. El Bolsín podría tener no solamente un mecanismo de compra, sino también de venta. Elaborar un presupuesto multianual por el cual haya un pacto fiscal para buscar mayores inversiones en las regiones y manejar de manera adecuada los ingresos del Gobierno. Por el lado de la oferta se puede generar mayor inversión nacional, mayor diversificación y mayores políticas industriales. Otra alternativa es trabajar en expectativas, ponerse metas de inflación más realistas y que el BCB sea el único autorizado de hablar de inflación, para que se vuelvan a anclar las expectativas´.
La Razon 3/8/2007

PRESUPUESTO GENERAL DEL ESTADO 2014

EL PROYECTO DEL PRESUPUESTO GENERAL DEL ESTADO 2014, ALGUNOS RASGOS CENTRALES


En este número examinaremos algunos aspectos importantes del proyecto de Presupuesto General del Estado 2014 (PGE/2014). Debe aclararse que su finalidad es la programación de los ingresos, gastos y financiamiento del Sector Público, también se emplea para influir en la producción global y empleo. Para el 2014 se programó un presupuesto agregado de Bs. 259,439 millones que significa un incremento del 14 por ciento respecto al 2013, mientras que el presupuesto consolidado alcanza a Bs. 195,405 millones.

VARIABLES MACROECONÓMICAS

La elaboración del PGE/2014 consideró un precio base del petróleo de US$ 74.60/barril, nivel superior en US$ 4.60 respecto al utilizado en el PGE/2012 que fue US$ 70.39/barril (Para elaborar su presupuesto de 2014, Ecuador utilizó un precio de US$ 86.4/barril y Venezuela US$ 60/barril). En cuanto a los precios de los minerales (plomo, estaño, zinc y cobre), se estimó una disminución en promedio de 11.85 por ciento, también se calcula una caída en los precios del oro y la plata que en promedio llega a 18.65 por ciento. Esta disminución impactara negativamente en los ingresos de exportación y, en consecuencia, en las reservas internacionales netas, ingresos fiscales y los depósitos bancarios.
Las variables macroeconómicas estimadas para el 2014 y utilizadas en las proyecciones del PGE fueron: PIB: 5.7 por ciento de crecimiento; tasa de inflación: 5.5 por ciento; y Déficit del Sector Público No Financiero (SPNF): 3.2 por ciento respecto al PIB (ver cuadro 1).
Variables macroecomómicas, 2012 - 2014
Hasta diciembre de 2013 el gobierno estima ejecutar una inversión pública total de US$ 3,807 millones y también se calcula un crecimiento de la economía de 6.5 por ciento y una tasa de inflación de 8 por ciento. En este punto emerge una interrogante importante: sí para el 2014 la inversión pública subirá a US$ 4,519 millones, pudiendo aumentar a US$ 6,000 millones (agregando las inversiones de las empresas YPFB-Chaco, YPFB-Andina, ENTEL y de otras que son estatales, pero tienen personería jurídica diferente y no entran en el PGE), sin considerar la inversión privada, entonces ¿por qué razón se prevé un crecimiento económico solamente de 5.7 por ciento y una tasa de inflación de 5.5 por ciento, menores a los del 2013, año en el que se considera una menor inversión? Se esperaría que con una mayor inversión se genere un producto mayor y, en consecuencia, se registre una inflación más elevada.
En cuanto a la distribución de la inversión pública, se ha calculado que el 34 por ciento se destine a los sectores productivos y el 31.3 por ciento a infraestructura (ver cuadro 2).
Distribución de la inversión pública, 2013 - 2014
En cuanto a la eficiencia administrativa esperada en las recaudaciones provenientes de Impuestos Internos y de la Aduana Nacional, para el 2013 se estimó un incremento de 28 por ciento en las recaudaciones por impuestos y gravamen arancelario aduanero, esto significa que la eficiencia administrativa esperada llegaría al 17.7 por ciento. Para el 2014, se programó un 2.4 por ciento de eficiencia administrativa.

ANÁLISIS DEL PRESUPUESTO CONSOLIDADO DEL SECTOR PÚBLICO (SP)

Para el 2014 el total de ingresos programados llegan al 59.4 por ciento del PIB, mostrando un aumento de 8.1 puntos porcentuales en relación al nivel del 2013. Esto se debería al aumento de las tasas de crecimiento esperadas de los ingresos de las empresas públicas y de los ingresos tributarios. Los ingresos corrientes programados respecto del PIB llegan al 58.5 por ciento, cifra que significa un aumento de 8.1 puntos porcentuales respecto al presupuesto aprobado de 2013.
Los egresos totales programados aumentan en 1.5 puntos porcentuales del PIB, respecto al 2013 continuando, de este modo, la expansión del gasto público que adquiere un claro carácter pro cíclico desde el 2006. Del total de egresos, el 72 por ciento corresponde a gastos corrientes y el 28 por ciento a gastos de capital.
Los egresos corrientes programados pasaron de 48 por ciento del PIB el 2013 a 50.9 por ciento del PIB el 2014. El gasto programado en sueldos y salarios aumentó de 12 por ciento del PIB el 2013 al 13 por ciento del PIB el 2014, representando un aumento de Bs. 3,807 millones.
Los aportes a la Seguridad Social programados para el 2014 son mayores en 125.3 por ciento respecto al 2013. La adquisición de bienes y servicios y las transferencias corrientes programada para el 2014, aumentan cada uno en 13.1 y 12.4 por ciento respectivamente respecto al 2013. Los gastos programados de beneficios sociales aumentan en 90.7 por ciento, los intereses de la deuda pública suben en 10.7 por ciento respecto al 2013. Las prestaciones a la seguridad social suben un 4.2 por ciento respecto al 2013. Los egresos de capital programados aumentan en 3 punto porcentual del PIB y en sus componentes se destacan el aumento en 1.6 puntos porcentuales del PIB de Formación Bruta de Capital respecto al 2013 y el aumento en 3.1 punto porcentual del PIB de Otros gastos de capital (ver cuadro 3).
Partidas importantes del presupuesto consolidado del SPNF, 2013 - 2014
Para el 2014 el balance fiscal global, que resulta de sumar el ahorro público y el resultado financiero, sería un déficit presupuestario programado del 12 por ciento del PIB, nivel similar al de 2013. El balance de cuenta corriente programado para el 2014 es un ahorro de 7.6 por ciento del PIB y el balance de cuenta de capital es deficitario en 19.2 por ciento del PIB. Todas estas cuentas también se las denominan como resultados sobre la línea.
El balance de financiamiento, las cifras registradas debajo de la línea, muestran que el crédito externo a utilizarse tendrá signo positivo igual al 4 por ciento del PIB, cifra igual a lo programado el 2013. El crédito interno neto es igual al 8 por ciento del PIB, similar al programado el 2013 y 2012.
El déficit fiscal esperado del SPNF, que es el que se toma en cuenta, es del 3.2 por ciento respecto al PIB para el 2014. Este déficit es menor debido a que no incorpora el conjunto del sector público.

CONCLUSIÓN

El proyecto de presupuesto fiscal para el 2014 continua con la misma característica de los anteriores por su alta dependencia de ingresos provenientes de la exportación de un solo producto, el gas natural (que se vende solamente a dos mercados: Brasil y Argentina), que representa el 29 por ciento de participación en el total de ingresos del SP, de los precios internacionales de los minerales y, en menor grado, de algunos productos no tradicionales. Los ingresos tributarios estimados aumentan por la el crecimiento del PIB y eficiencia administrativa. Sin embargo, actividades importantes están exentas del pago de impuestos como el cooperativismo minero, las zonas francas y la producción de coca. En los gastos se mantiene la política expansiva que origina, entre otras implicaciones, la reducción del espacio fiscal que se disponía anteriormente, además que se financian gastos recurrentes e inflexibles a la baja, programas sociales y transferencias condicionadas y no condicionadas. Un shock externo desfavorable afectaría directamente a los ingresos provenientes de los hidrocarburos, minerales y productos no tradicionales, hecho que podría determinar una caída de los ingresos fiscales y originar un elevado déficit.
Finalmente es importante aclarar que para el análisis se utilizó la presentación del PGE 2014. A la fecha de elaboración del presente boletín no se tuvo acceso al Proyecto de Ley respectivo.

PRONOSTICOS

A LARGO PLAZO, MAS O MENOS 6 AÑOS, EN BOLIVIA HABRÁ OTRA CRISIS ECONÓMICA DEBIDO A UNA NUEVA BAJA EN LOS PRECIOS INTERNACIONALES DE LAS MATERIAS PRIMAS (29/07/2010)